sábado, 5 de mayo de 2018

Pensiones públicas dignas y garantizadas

Hoy nos hemos vuelto a manifestar muchos miles de personas en las capitales de Euskadi exigiendo
PENSIONES PUBLICAS DIGNAS

Están muy equivocados los que mandan por la fuerza del dinero si creen que nos vamos a conformar, o que nos van a desmovilizar, con un acuerdo entre dos partidos de derechas, el PP y el PNV, que sólo garantiza para dos años la actualización de las pensiones con el IPC, a cambio de sostener al Partido Podrido en el gobierno mediante el apoyo del PNV a los presupuestos.

Las pensiones son un derecho no negociable que se debe revalorizar igual que los precios de forma automática. Una constitución democrática, del pueblo y para el pueblo, debería tener escrito este derecho, no basta con lo que dice el artículo 50 de la constitución:

"...Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad..."
que no se cumple ni con mucho, porque hay muchos jubilados con pensiones muy por debajo de lo suficiente. Además hay muchos pensionistas que no son jubilados.

Exigimos que la pensión mínima sea de 1080 euros, y que se revalorizen todas con el IPC todos los años, gobierne quien gobierne.
El estado tiene la obligación de garantizar el derecho a unos ingresos mínimos, que permitan una vida digna, a quien por edad, incapacidad o cualquier otra causa no pueda recibir esos ingresos a cambio de su trabajo.

Esta del pago de pensiones dignas es una obligación del estado, que no puede delegarse a negocios privados, como los planes de pensiones. Esos negocios, como todos, tienen por objetivo el enriquecimiento del propietario, y lo que se consigue con esos planes de pensiones privados es cooperar en la acumulación de capitales que se mueven líbremente en el mercado global con gravísimas consecuencias, p.ej.: arruinan paises enteros; invierten en fondos buitre que compran las viviendas para especular, suben sus alquileres, echan de sus casas a los que no pueden pagar los nuevos alquileres y a los que no pueden pagar hipotecas abusivas; invierten en negocios ruinosos para el medio ambiente. En fin, que en vez de servir, las pensiones privadas son una ruina para la humanidad y la Tierra.